5 de abril de 2010

MENSAJE TRANSVERSAL DEL MES DE ABRIL. LECTURA COMPRENSIVA 2010


FUERA DE LO PREVISTO

Los imprevistos no son algo que incluyamos en nuestra lista de peticiones a Dios, por lo menos yo no conozco a nadie que ande diciendo: - "Dios, trae calamidades a mi vida porque quiero sufrir y pasarla mal". ¡No!, es al contrario, le sacamos la vuelta a todo lo que signifique sufrimiento y dolor, a lo que tire por tierra nuestros planes y sueños. Sin embargo los "imprevistos" llegan tarde o temprano, sin aviso y sin pedirle permiso a nadie, y se instalan a convivir con nosotros.

Era parte de tus sueños, un noviazgo, próximo matrimonio, la compra de tu casa o un auto, ese viaje increíble, entrar a la universidad, comenzar un nuevo negocio, un trabajo, etc. etc. Pero ¡plaf!... llega ese invitado no deseado, la falta de recursos o pérdida de ellos, desempleo, relaciones rotas, enfermedades, la muerte, un terremoto o tsunami, etc., y de un solo puñetazo borra del mapa todos tus planes y te sumes en el desaliento, la frustración, el desánimo e inclusive deseos de morir.

" Hermanos, no queremos que desconozcan las aflicciones... Estábamos tan agobiados bajo tanta presión, que hasta perdimos la esperanza de salir con vida: nos sentíamos como sentenciados a muerte. Pero eso sucedió para que no confiáramos en nosotros mismos sino en Dios, que resucita a los muertos". 2 Cor. 1:8-9

Creemos que por ser hijos de Dios deberíamos estar exentos de todo mal, pero no es así. La vida cristiana incluye experiencias maravillosas y otras que no lo son para nada. Debemos entender que no siempre vamos a tener todo lo que deseamos, y que las cosas no siempre serán como queremos, pero aunque así sea, Dios es experto en usar este tipo de oportunidades para que crezcamos en fe.
En nosotros está la decisión de elegir si permitimos que estas pruebas moldeen nuestro carácter ya sea volviéndonos amargados y resentidos o bien elegimos tener esperanza y confianza en que Dios nos proveerá de todo lo que necesitamos.

"Así que nuestro Dios nos proveerá de todo lo que necesitamos, conforme a las gloriosas riquezas que tiene en Cristo Jesús". Fil. 4:19

Reconocemos Señor que sin ti estamos realmente vacíos, nuestra vida no tendría sentido, estamos perdidos. Tú eres la fuente de poder, nos aferramos y de ti queremos depender siempre.

Amén
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