20 de marzo de 2007

ARTE Y EDUCACiÓN . DOSSIER

ARTE Y EDUCACIÓN
"Una Posibilidad Metodológica Para Aplicar"
Arte, ambiente y escuela


¿Por qué enseñar Arte?


Frente al carácter tecnocrático que la educación ha ido adquiriendo ¿Cómo justificar el empleo de tiempo, esfuerzo y dinero en esta área concreta de la experiencia humana?


El Arte ha tenido dos vertientes originarias, una de ellas como nacimiento objetivado, para potenciar las labores manuales, la serialidad productiva (el plano/dibujo explicativo) las nuevas necesidades laborales y exigencias afines producto esencialmente de la revolución Industrial y digital, en donde, usualmente se observa un ánimo de aminorar el fenómeno creativo (la percepción instrumental de la Educación Artística y la educación en general), con una inserción “laboral”.


La otra mirada plantea que el Arte, conecta al ser humano con su entorno y consigo mismo. Ante ello, Eisner (1988) señala que la contribución del Arte para la experiencia y conocimiento del ser humano, se conecta directamente con la existencia y las variables que hacen de ella algo único e irrepetible. Pero, qué sucede cuando la medialidad no hace más que banalizar la imagen… ¿No es acaso el Arte con su carga analítica un contrafuerte?... ¿Quién es capaz de desconocer las posibilidades transformadoras que posee una idea que se vuelve una infinitud de aciertos diversos?...


Ante esto, Dewey (1934), se convierte en un clarividente cuando añade la mirada psicológica que dota a la creación artística de un carácter necesario y único para el sujeto (entendiendo por este a la inseparabilidad individuo/sociedad), señala que el Arte, es prueba de la reconstrucción que puede hacer el ser humano, generando una diversidad de manifestaciones, la conciencia de la “idea de Arte”, en palabras de Dewey, es “el mayor logro intelectual en la historia de la humanidad” (citado en Eisner, 1998:5). De lo anterior, se desprende que Dewey, concibe el Arte como una experiencia valiosa, que fortalece el acto de estar vivo, provocando la creación de emociones superiores, y haciendo de esta experiencia algo único, trascendente e irrepetible. Otro autor que argumenta el carácter único y valioso del Arte es Susanne Langer, cuando alude a la intuición y comprensión, visibilizando de esta forma las emociones como una cuestión cognitiva. No obstante, ¿Es esta complejidad liberadora la que molesta a quienes deciden obviar el Arte del currículum? (citada en Eisner, 1998)


Dewey (1934), señala la dificultad de comunicar aquello que rehuye al lenguaje, sin embargo, la comprensión, entendida por él como conocimiento genuino, es mucho más amplio que el discurso, ésta puede expresarse y plasmarse en una obra de Arte, en donde se “expresa el sentimiento”, materializándolo, haciéndolo perceptible. Haciendo, en palabras de Henry James visible la “vida sensible”, en estructuras espacio-temporales comprensibles para la cognición (citado en Eisner, 1998). Esta mirada ratifica el hecho concreto (para los que lo necesitan en la aldea tecnocrática), de que el Arte une a los hombres haciendo que aquellos puedan, expresar estos sentimientos y los otros, lo que finalmente viene en facilitar la existencia de los mismos y su posterior transformación. Relegar la Educación Artística a otros fines como objetivo primero y fundamental (funcionales), es contradecir y adulterar la experiencia artística y de tal forma negar a los estudiantes todo lo que el Arte puede ofrecerles. Las visiones acerca de las posibilidades de la Educación Artística, una dirigida a lo laboral y estrictamente ejecutorial, con otra relacionada con la humanidad, son propuestas que actualmente conviven. En el caso chileno, la primera por sobre la segunda, desde la mirada productivista, esto se traduce en “readecuar” curricularmente los tiempos para especialidades técnicas o científicas a favor de una productividad que, por cierto, no se observa como mejor calidad de vida para la población. Ante esta realidad, Eisner (1998), señala cinco argumentos que justifican la presencia del Arte en la escuela, aduciendo que,1) posibilita el desarrollo de intereses que podrían ser satisfactorios; 2) libera emociones encerradas, siendo de naturaleza terapéutica; 3) permite el desarrollo del pensamiento creativo; 4) Es un apoyo para la compresión de las ciencias sociales; y 5) Favorece la coordinación. Estos argumentos, sientan sólidas bases del porqué es necesaria la educación de las Artes, analizándolos, se puede constatar que Eisner, considera el desarrollo de las Artes como constituyente esencial de la sociedad puesto que arguye tanto, razones individuales como sociales así como racionales y estéticas, para justificar la inclusión de estas en el currículum académico. Además, se puede señalar que éstas, tienen otro común denominador: el buen uso del tiempo de ocio.


Establecer funciones para el Arte, así como de la Educación Artística, es suponer que existen límites para este ámbito del conocimiento. Si fuere este el objetivo de la creación (lo funcional), el Arte se convierte en algo predecible y la investigación, experimentación como la reunión de ambas (investigación experimental), no serían aspectos propios de la creación y menos de la Educación Artística. La visión funcional de las Artes no es más que una mirada conductista que limita la investigación como acto natural y en el caso del Arte, en toda su esencia, reduciendo las posibilidades del discurso, la creación formal de obra, matérica y constructiva.


El Arte, visto de manera amplia, se origina en el deseo de expresar o dar a conocer una situación significativa, un ejemplo de ello, lo entrega el Arte rupestre en donde se evidencian las condiciones de vida y eventos considerados importantes por ellos y que de una u otra forma debían trascender a las nuevas generaciones.


Considerando los argumentos antes expuestos, ¿Es factible establecer espacios de acuerdo o puntos de partida, acerca del Arte?...


Hemos visto que esto, además de no ser posible en la mirada contemporánea tampoco resulta necesario, no sucediendo lo mismo con el manejo técnico (reconocimiento de los materiales y lenguajes que pueden concedernos). Ahora bien, desde el Arte, observar comprensivamente lo visionario es naturalmente una tarea de proporciones ¿Qué es lo visionario?, En algunas décadas más, ¿seguirá siéndolo?, de allí que la experiencia artística guarda como soporte fundamental su relación con el ser humano y las posibilidades inagotables que este se da y elabora, una vez más, Eisner (1998) “visionariamente” declara que, “Una función del Arte es ofrecer un sentido de lo visionario en la experiencia Humana” (1998: 9). Del mismo modo articula miradas tendientes al desarrollo de la sensibilidad, su provocación y ejercitación. La realidad es un espacio de las funciones que el Arte pudiera cumplir.


A partir de la observación del mundo real, Eisner (1998), establece una connotación social para esta alternativa; mas lo real no es una condición obligatoria para estos efectos; las orientaciones dadaístas, surrealistas y el expresionismo abstracto demuestran que la utilización de lo real como algo reconocible no es una cuestión obligatoria para la exposición de ideas y miradas. La cuestión no sólo radica en el “develar”, existe un espacio para el asombro y como lo han expuesto otros autores, acerca del afecto por la experiencia, el lugar de lo desconocido guarda luego una cognición previa que nos acerca al mismo reconstruyendo y perfeccionando las capacidades perceptoras de todos los sentidos y por efecto natural convertir estas sensaciones incluso en cuestiones funcionales con una innegable carga cultural observable no sólo en la materialidad sino en la música, los aromas, los ruidos el relato y la anécdota, por citar algunos, de otra forma dicho…


“En definitiva, el artista funciona frecuentemente como un crítico social y como un visionario. Su obra permite que aquellos de nosotros que poseemos menor capacidad de percepción, aprendamos a ver lo que permanecía oculto; habiendo visto lo oculto a través del Arte, conseguimos hacernos mejores” (Eisner, 1998:10).

Pero las Artes Visuales no sólo funcionan así, pues acuden igualmente a aspectos triviales de la existencia por el carácter mismo de lo trivial, como por establecer la existencia sin variación de lo mismo, haciendo visible la situación.


Luego de justificar la inclusión del Arte en la escuela, existe una interrelación aún no considerada, ¿cuál es la relación que se puede establecer entre educación, currículum y sociedad?...



EDUCACIÓN ARTÍSTICA EN LA ACTUAL POLÍTICA CURRICULAR CHILENA.

Una expresión en el currículum prescrito de enseñanza media. enero, 2007.

Bibliografía

· EISNER ELLIOT, Educar la visión artística, Barcelona, España. Editorial Paidós. 1998.

· DEWEY JOHN, Democracia y Educación, una introducción a la filosofía de la educación, Madrid. Ediciones Morata. 1998.


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