6 de abril de 2010

LOS Y LAS ADOLESCENTES DE HOY.La verdad es que tienen un cerebro rayado de bits.2010


“Einstein en la edad del pavo.


Los chicos de 12 a 20 años desayunan bits y píxeles, cuestionan la autoridad y encuentran respuestas inmediatas. Son la generación más preparada de la historia.

La actual hornada de quinceañeros tiene buenos publicistas. Les han bautizado como Generación Einstein. Sus defensores afirman que los nacidos a partir de 1988, que ahora tienen entre 12 y 20 años, llevan el ADN desbordado de ceros y unos; la primera que, en vez de recibir buenos consejos de sus padres, han tenido que iniciarles en los secretos del ciberespacio. Pero, ¿eso les hace ser más listos que sus padres? ¿Son más capaces que las generaciones anteriores? Hasta su nacimiento ha sido monitorizado.


¿Cómo les marcará este indisoluble contacto con las pantallas? Hay quien opina que la obsesión por otorgar un marchamo distinto a estos adolescentes sólo responde a la preocupación de sus padres y a la presión de un mercado global que quiere convertir al sector de la informática en el becerro de oro.


“Si se corre el mito de que la cibernética hace bien se venderá”, afirma Ángel J. Gordo, profesor de Ciencias Políticas y Sociología de la Universidad Complutense. De norte a sur y por los siglos de los siglos, las abuelas dirán, sencillamente, que esa edad es la del pavo. Pero, para muchos teóricos, ser la primera generación que ha nacido con la tecnología puesta podría marcar la diferencia. A los pavos del siglo XXI les han rebautizado varias veces: pantalleros, Generación Messenger, Generación I (de Internet) o Generación Einstein. Dicen que son especiales.


Crecieron en la sociedad de la información, acostumbrados a consumir bits y píxeles en cualquier lugar y a cualquier hora. ¿Serán más listos que sus padres? El politólogo neozelandés James Flynn analizó en los años ochenta los registros históricos del CI (cociente de inteligencia) en 20 países, y mostró que el CI promedio de la población crece entre 5 y 25 puntos de una generación a la siguiente: es el ahora llamado efecto Flynn.


En España, por ejemplo, el promedio del cociente de inteligencia ha crecido 10 puntos entre 1970 y la presente década, según un estudio del psicólogo Roberto Colom, de la Universidad Autónoma de Madrid. Colom precisa que no se trata de un incremento de la inteligencia en todos los niños, sino sólo en los que la tenían más baja.


Lo que influye no son tanto las condiciones externas como el acceso a la educación o a las nuevas tecnologías, sino algo más simple: la alimentación. En la medida en que todos estén bien alimentados crecerá el número de listos, hasta que todos vayan alcanzando las cotas de los mejores. No que cada vez se sea más listo, que es distinto. En la inteligencia poco pueden hacer las tecnologías, pero, para los más avispados, una buena herramienta es un tesoro.

El País“.

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