13 de abril de 2009

REFLEXI´´ON DOCENTE, ACERCA DE LOS DÍAS SANTOS. Abril 2009



Con motivo de Semana Santa, la profesora Constanza Martínez Gajardo nos invita a una reflexión acerca del rol de la enseñanza religiosa al interior de la escuela pública.




Este fin de semana, nuestro país, mayoritariamente cristiano, se encontrará en sus comunidades para recordar a un hombre que a través de su entrega amorosa y plena regala a la humanidad el don de la vida. Bajo la misma luna llena, el pueblo judío celebrará el primer pésaj y reunirá a la familia en torno a la mesa para comenzar el ciclo de conmemoración y agradecimiento al Señor que lo liberó de la esclavitud y lo condujo a la libertad.




Estas fiestas – y las milenarias fiestas de celebración del paso del invierno a la primavera, esto es, de la muerte a la vida, que les dieron origen – marcan los calendarios y nutren de sentido el tiempo que vivimos. Sin embargo, en nuestros calendarios escolares aparecen como feriados a secas… el tan esperado primer fin de semana largo después del inicio de clases…
En muchos países del mundo hoy se está dando la discusión respecto del rol de la enseñanza religiosa al interior de la escuela pública. Y es un tema bastante atendible, porque no es en absoluto obvio que la escuela subvencionada por un Estado laico deba financiar o si quiera permitir un adoctrinamiento religioso de ningún tipo bajo su alero. Sin embargo, los seres humanos tenemos una dimensión espiritual, que en muchos casos se expresa en forma de fe.




Debiera ser posible entonces una reflexión que nos permita encontrar la forma de vivir esta dimensión también al interior de la escuela, porque es a través de la escuela que buscamos el desarrollo integral de toda la comunidad que se reúne en torno a ella.




Si hoy día la enseñanza religiosa es un tema de debate, a mi parecer, esto tiene más que ver con el enfoque que hemos estado dando a este tipo de formación, que al hecho en sí de desarrollar la dimensión religiosa en nuestros estudiantes.



La escuela debe y puede ser un espacio respetuoso y abierto que permita la expresión de la religiosidad y la creencia de cada quien, de modo que atendamos de frente el espíritu que inspira la libertad religiosa que promueve el Estado chileno y no de lado, con esa postura aséptica del que deja vivir siempre que no sea ante sus ojos.



Un antiguo cuento budista enseña que el Budha Sakyamuni (Sidharta), en una encarnación anterior fue una liebre, que entregó su vida a un mendigo, pues no tenía más alimento que ofrecerle. Moisés, por su parte, abandonó todo para cumplir con el mandato de su Señor que lo enviaba a liberar a su pueblo. Jesús vive en carne propia el hecho de que el amor, llegado a cierto punto, suprime el ego y nos permite el encuentro verdadero con el otro. Ningún maestro de la Religión nos ha enseñado a ser egoístas ni excluyentes.




Ninguno de ellos vivió su ser maestro de una manera aséptica y dejando que “esos asuntos” que eran parte de la vida de sus discípulos, cualesquiera que fueran, quedaran fuera del encuentro de enseñanza.
Este fin de semana, algunos tendrán algo que celebrar y otros simplemente descansarán. La luna llena, sin embargo, estará ahí para todos, tal vez porque, con una mejor perspectiva, pueda vernos como humanidad.



Extraído del Portal Educacional:

www.educarchile.cl

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