13 de abril de 2009

" SER BUENA PERSONA,SE APRENDE TAMBIÉN EN CLASES. Material Clase de Orientación. Abril 2009


Pese a estar en medio de la población José María Caro, el colegio técnico-profesional Monseñor Arturo Pérez tiene una larga lista de logros. El más reciente es haber obtenido el mayor puntaje en el Simce 2006 de 2º medio de la comuna de Pedro Aguirre Cerda. Sin embargo, a su director, Luis Gianelli, lo que más lo enorgullece es tener la convicción de estar formando buenas personas.

"Buscamos la excelencia académica, pero sin olvidar que los valores son lo central", explica. Algo que se aprecia al recorrer el liceo: no hay rayas en los muros y en el recreo no se escuchan groserías de los alumnos.

"Estos chicos son diferentes", dice Manuel Olave, profesor de la especialidad de Administración, quien recibe en 4º medio a los alumnos en el taller de empresa. Cree que la base valórica con que llegan los jóvenes se ve en la seriedad con que se toman las clases: "Corren para ser puntuales y trabajan sin necesidad de que uno esté encima".
Gianelli cuenta con orgullo que varias veces las empresas les piden más alumnos en práctica que los que pueden ofrecer: "Los jefes encuentran acá profesionales con conocimientos, honestos y confiables".
El gran reto es cómo desarrollar esas virtudes en los alumnos. Para eso tienen dos estrategias. La primera es hacer de los valores algo habitual a través de pequeños detalles. Por ejemplo, la honestidad se trabaja con gestos como tener siempre abiertos los estantes de la biblioteca. "Así aprenden que el que algo no tenga llave no los faculta a llevárselo", explica Norma Espinoza, jefa de la Unidad Técnico Pedagógica.
Otro detalle clave es el clima participativo del liceo: se invita a los padres a participar de algunas clases como asistentes de los profesores e incluso el reglamento de disciplina se elabora junto con los alumnos.
"La política es de puertas abiertas. A mi oficina a veces vienen los chiquillos y me piden el computador para imprimir algo y se lo presto. Si alguien tiene un problema, se conversa con toda confianza. Hasta tengo dulces por si vienen los más chicos", dice Luis Gianelli.
Araceli Salinas, de 3º medio, agradece este ambiente: "Acá se respeta a los alumnos y la relación con los profesores es buena, de mucha confianza".
Así se logra crear un "compromiso afectivo de los niños con nosotros; se ve que a veces se esfuerzan más por no defraudarnos que porque tengan plena claridad de la importancia de las materias", dice la profesora de Lenguaje, Vivian Fuenzalida.
La segunda estrategia es realizar programas especiales con los alumnos. Iniciativas que han permitido, por ejemplo, bajar los embarazos de 15 a 4 en los últimos cinco años.
Para lograrlo, en 1º medio hay una unidad de educación sexual enfocada en lo valórico y lo informativo. "Se tocan todos los temas, incluso las relaciones prematrimoniales", explica la hermana Adriana Zurita, directora de pastoral. "Se les explica la visión de la Iglesia, pero también se les enseñan los métodos anticonceptivos", complementa la orientadora María Teresa Ayala.
"Estamos por la vida"
Y si el embarazo llega a pesar de la prevención, lo que más valoran las niñas es que son acogidas. Gloria Astete (17) fue madre el año pasado, en 3º medio. "Me dieron todo el apoyo, me dijeron que tenía que seguir estudiando, me acompañaron y ahora me dan las facilidades para ir a los controles de mi guagüita", dice.
"Los niños saben que si no tienen valores firmes, no pueden ser buenos profesionales", Virginia Rojas, inspectora.
"Para mí es importante haber seguido estudiando. Es un modeo de agradecer por lo que me dio el liceo", Francisco Funke, ex alumno.
En el colegio la maternidad nunca ha sido motivo para caducar la matrícula a las alumnas. Por el contrario, ellas cuentan con prenatal y posnatal obligatorio y la profesora Vivian Fuenzalida va a sus propias casas para apoyarlas y darles información para cumplir su nuevo rol. "Estamos por la vida, como debe ser en un colegio católico", recalca Adriana Zurita.
Otro programa exitoso es el "Adopta un hermano", en que alumnos de 2º medio apadrinan a los de 2º básico. "Fue muy enriquecedor, porque uno aprende a ser responsable y que no es el centro de atención", cuenta Karen Suárez, que participó del proyecto el año pasado. Y añade: "Así es como uno aprende los valores, viviéndolos".
En el colegio la maternidad nunca ha sido motivo para caducar la matrícula a las alumnas. Por el contrario, ellas cuentan con prenatal y posnatal obligatorio y la profesora Vivian Fuenzalida va a sus propias casas para apoyarlas y darles información para cumplir su nuevo rol. "Estamos por la vida, como debe ser en un colegio católico", recalca Adriana Zurita.
Otro programa exitoso es el "Adopta un hermano", en que alumnos de 2º medio apadrinan a los de 2º básico. "Fue muy enriquecedor, porque uno aprende a ser responsable y que no es el centro de atención", cuenta Karen Suárez, que participó del proyecto el año pasado. Y añade: "Así es como uno aprende los valores, viviéndolos".
CLAVES A CONSIDERAR

Vínculo Emocional. El ambiente de confianza y diálogo que se genera en el colegio hace que los alumnos se apliquen en los estudios por un compromiso personal con sus profesores.

Seguimiento. Personal especializado observa las clases para revisar cómo los profesores modelan valores y se les apoya para mejorar. Se revisa desde la puntualidad hasta el trato hacia los estudiantes.

Infraestructura. Gracias a su participación en el proyecto Montegrande, del Mineduc, el liceo cuenta con instalaciones de primer nivel, que incluyen cuatro laboratorios de computación y hasta una sala con maquinas de ejercicio.

INFORMACIÓN COMPLEMENTARIA.

Este artículo fue publicado originalmente en el diario El Mercurio el 2 de septiembre de 2007, como parte de la serie "Educación y Pobreza" que publica el Área de Educación de Fundación Chile en conjunto con el diario El Mercurio,

No hay comentarios.: